Piscina de cloro o sal, lo que debes saber

Una de las dudas más habituales cuando se va a construir o a abrir una piscina es ¿piscina de cloro o sal? No hay una única respuesta a esta cuestión, ya que cualquiera de las dos opciones es válida. Cada uno de los sistemas tiene puntos a favor y en contra, por tanto la decisión es una cuestión de preferencias y también de costes. 

Diferencias entre piscina de cloro o sal

Para tomar una decisión lo mejor es tener claro qué es una piscina de cloro o sal. Hasta hace unos años la mayoría de las piscinas eran de cloro. Una piscina de cloro quiere decir que es una piscina de agua dulce que utiliza el cloro, como producto químico, para mantener limpia el agua. 

El cloro es el encargado de eliminar todas las bacterias y microorganismos que puede haber en el agua incluso después del filtrado. El cloro químico se añade al agua en forma de pastillas, granulado o como líquido. Según la forma en la que se encuentra el cloro la disolución será más rápida o más lenta. 

Por su parte las piscinas de sal son piscinas de agua dulce que se convierten en saladas porque se añade sal y se instala en el sistema de filtrado cloradores salinos. Estos cloradores hacen que se genere el cloro natural mediante un proceso de electrólisis del agua salada. 

Cuando la sal entra en el clorador ésta se transforma en cloro gaseoso que es el que limpia el agua de todo tipo de impurezas. Que sea una piscina de sal no quiere decir que el agua sea como la del mar. 

La concentración de sal es entre 6 y 8 veces menor que el agua de mar. Aproximadamente en una piscina de sal hay de 5 a 6 gramos de sal por litro de agua, mientras que en el agua de mar hay unos 37 gramos de sal por litro de agua. 

Ventajas y desventajas entre piscina de cloro o sal

Como hemos comentado anteriormente, la piscina de cloro o sal presenta aspectos positivos y otros no tanto. Te explicamos cuáles son las ventajas y desventajas de cada uno de los dos sistemas. 

La piscina de sal provoca menos irritaciones en los ojos y reseca menos la piel que una piscina de cloro. Además no tiene olor a desinfectante que origina el cloro químico. Al ser agua salada la densidad es mayor y aunque no se flota como en el mar, resulta más adecuada para realizar ejercicios y también es más segura para el baño de niños

Por su parte las piscinas de cloro resultan más económicas, ya que una piscina de sal requiere mayor inversión inicial para instalar el sistema de cloración. Sin embargo, esta inversión queda pronto amortizada porque demanda pocos gastos de mantenimiento. 

Puedes leer también cómo mantener una piscina de cloro o una piscina de sal en nuestra sección de Actualidad.