Llega el calor y con él se acerca la temporada de baño. Y esto también significa que hay que poner a punto la piscina de la comunidad de vecinos. Una zona de descanso y diversión que debe estar en perfectas condiciones para garantizar el disfrute y la seguridad de todos los usuarios.
Hasta aquí de acuerdo. La cuestión es conocer bien qué es lo que hay que hacer y cómo podemos estar seguros de que todo está en orden.
Profesionales en el mantenimiento de una piscina de comunidad de vecinos
Una piscina de una comunidad de vecinos no es solo un lugar de baño, es una zona de convivencia y juego en la que a lo largo del día pasan muchas personas. Esto implica una gran responsabilidad en cuanto al estado del agua y de todas las instalaciones alrededor de la piscina. Por eso es necesario un equipo de profesionales encargados de todas las tareas de mantenimiento.
La puesta a punto de la piscina de tu comunidad de vecinos
Después de un año sin uso, la piscina de tu comunidad de vecinos necesita reacondicionarse. Aunque se hayan tomado todas las precauciones para cuidar su estado, los meses de inactividad pasan factura.
Para disfrutar con tranquilidad de la piscina de la comunidad de vecinos hay que revisar la piscina propiamente dicha y las instalaciones alrededor de ella.
- El vaso de la piscina. Es aconsejable el vaciado, limpieza y desinfección del vaso de la piscina. Este es el momento de revisar también el estado de gresite o de la pintura. Hay que comprobar si falta alguna pieza, si está dañada o mal colocada y proceder a su sustitución. En el caso de las piscinas de hormigón pintadas hay que revisar que no existan grietas o desconchones. En resumen, verificar el buen estado del vaso para que no haya fugas ni ningún tipo de desperfecto que dañe a los bañistas.
- Revisión de la depuradora. El personal técnico debe comprobar el buen estado de la bomba de depuración, de los filtros, de los conductos y demás elementos eléctricos del equipo.
- Control de calidad y salubridad del agua. El agua además de ser cristalina tiene que tener controlado el nivel de pH para que resulte adecuado para el baño.
- Instalaciones. La correcta puesta a punto de una piscina de una comunidad de vecinos necesita también una exhaustiva revisión de las instalaciones. Es decir, los accesos, las duchas, los bordillos, las escaleras, las vallas que limitan la zona de baño y también las zonas ajardinadas.
- Equipo de salvamento. Por último, antes de reabrir la piscina comunitaria hay que tener en cuenta la seguridad. Recuerda que para piscinas de comunidad de más de 30 viviendas es necesario un socorrista titulado y registrado en la Consejería de Salud. Además, hay que verificar que los equipos como botín y los salvavidas están en perfecto estado.