Pautas para rehabilitar tu piscina para el verano

Ya estamos en primavera y la temporada de baño está cada vez más cerca. Así que es el momento de empezar a rehabilitar tu piscina para el verano. No es una tarea complicada ni cara, pero si quieres que todo esté a punto para cuando llegue el calor, lo mejor es comenzar con tiempo las tareas de limpieza. 

Rehabilitar piscina para el verano: la zona de baño 

Cuando hablamos de rehabilitar la piscina para el verano lo primero que hay que tener en cuenta es que hay que revisar la zona de baño y el agua. 

La zona de baño incluye todo el entorno y el equipamiento. Después de varios meses sin uso es normal que haya pequeños desperfectos y sobre todo suciedad acumulada. 

Comienza por revisar el vaso de la piscina, los bordes, escalerillas, focos, boquillas de impulsión… Es probable que haya alguna grieta o fisura, algún borde dañado. En su mayoría son pequeñeces, pero si no lo revisas y lo arreglas pueden convertirse en un problema mayor que fastidie tu plan de baño. No te olvides de revisar los filtros y bomba de agua

Continúa con una limpieza de la superficie del agua. Aunque durante los meses de otoño e invierno hayas ido quitando las hojas y ramas que han caído en la piscina, seguro que hay suciedad y bichos flotando. En el caso de que tengas cubierta la piscina con una lona de protección, la tarea será menor, pero aún así hay que limpiar. 

Aprovecha también para limpiar las paredes y el fondo y revisar el estado de las rejillas, canales, filtros y circuitos de aspiración

Por último comprueba el nivel de agua de la piscina. Las variaciones de agua son normales y hay que asegurarse de que el nivel es el correcto. 

El tratamiento del agua para rehabilitar tu piscina para el verano

El siguiente paso para rehabilitar tu piscina para el verano es controlar la calidad del agua. Después del invernaje los niveles del agua han cambiado y hay que hacer una puesta a punto para que el agua sea cristalina y sana para disfrutar de un estupendo baño. 

Uno de los valores que hay que revisar es el nivel de pH. Este varía según el tipo de piscina y el uso que le demos. En general el nivel debe oscilar entre 7,2 y 7,6. El pH desempeña un papel muy importante porque afecta a la efectividad de la desinfección. 

Después habrá que controlar el cloro o la sal (según el tipo de piscina) y a veces es recomendable un tratamiento de choque para asegurar una correcta desinfección. Y por último, vuelve a comprobar el nivel de pH y, ¡listo para saltar al agua!