En los días calurosos de verano un chapuzón en la piscina es la opción más apetecible, pero si el agua no está cristalina hay que ponerse manos a la obra para aclararla. En estos casos hay que seguir una serie de pautas de mantenimiento en piscinas con agua turbia para volver a un agua limpia y clara.
Mantenimiento en piscinas con agua turbia, identificación de problemas
El problema de una piscina con agua turbia puede tener diferentes causas y si no se soluciona a tiempo la situación puede agravarse. Para actuar de manera adecuada hay que comenzar por revisar 4 niveles de agua:
- Nivel del pH
- Alcalinidad
- Dureza del agua
- Nivel de cloro
El nivel de pH de una piscina debe estar entre 7,2 y 7,6. Si estos niveles se superan pueden provocar irritaciones en los ojos y en la piel ya que el pH lo que regula es el nivel de acidez del agua. En caso de que los niveles no sean los adecuados existen diferentes productos específicos que ayudan a corregirlos.
En el mantenimiento de una piscina con agua turbia también hay que revisar el nivel de alcalinidad. Este es el que indica la cantidad de sustancias alcalinas como carbonatos, biocarbonatos e hidróxidos del agua. Las medidas aconsejables oscilan entre 125 y 150 ppm (partes por millón).
El tercero de los valores que hay que revisar para solucionar el estado turbio del agua es la dureza. Indicador que mide la cantidad de calcio y magnesio que contiene el agua. El nivel considerado como normal se sitúa entre los 150 y los 250 ppm. En caso de que la dureza sea muy elevada se puede solucionar con la aplicación de un estabilizador.
Por último hay que controlar el cloro de la piscina. Esta comprobación es una de las más conocidas al hablar del mantenimiento de piscinas con agua turbia. En esta tarea hay que vigilar el nivel de cloro libre (que es el que realmente actúa como desinfectante), el cloro residual y el nivel de cloro total que debe estar alrededor del 1.5 ppm.
Otras actuaciones para el mantenimiento en piscinas con agua turbia
A veces revisar y corregir los niveles que hemos comentado no es suficiente para disfrutar de una piscina de aguas transparentes. En estos casos es aconsejable realizar una profunda limpieza del filtro y aumentar las horas en las que permanece activo (lo normal son entre 8 y 12 horas).
También se puede añadir un clarificante de agua que acelera el aclarado, pero ojo con las cantidades porque un exceso de clarificante puede ser perjudicial para la salud. Para los casos más graves en los que el mantenimiento en piscinas con agua turbia se complica, se puede recurrir a un floculante. Un producto que actúa como espesador de las materias en suspensión que hace que se hundan y acaben en el fondo de la piscina donde son absorbidas por la boquilla de fondo o cuando se haga una limpieza del vaso de la piscina.
