Sea temporada de baño o no las piscinas necesitan un mantenimiento periódico para comprobar que el estado del agua y de las instalaciones es correcto y, sobre todo, seguro. Si quieres saber cuáles son los aspectos más importantes del mantenimiento de piscinas en Madrid, te lo contamos brevemente.
Mantenimiento general de piscinas en Madrid
En temporada de baño y de hibernación es recomendable vigilar que las instalaciones estén en buen estado. El vaso de la piscina es muy importante. Hay que vigilar que sea estanco, que no tenga grietas ni fugas que puedan provocar pérdida de agua y filtraciones que afecten al jardín, a la casa e incluso a los vecinos.
Para evitar grietas lo mejor es mantener la piscina siempre llena. Es cierto que si la vaciamos se puede limpiar en profundidad y con más facilidad. Sin embargo, hacerlo puede ocasionar más daños que beneficios. El primero de ellos es el gasto de agua, una acción que no es ecológica y que además nos cuesta dinero. El segundo es que a una piscina vacía los cambios de temperatura le afectan mucho, con el frío la estructura se puede resquebrajar por contracción, mientras que en una piscina llena el agua ejerce de agente estabilizador de las fuerzas.
Además del vaso hay que revisar los bordes de la piscina, las escaleras de acceso, las vallas perimetrales y las duchas. Por supuesto, también hay que comprobar el buen estado de las boquillas de impulsión, de los skimmers, sumideros, filtros, etcétera.
Control del agua
El nivel y estado del agua es uno de los aspectos esenciales en el mantenimiento de piscinas en Madrid. Hay que verificar que el nivel de agua es el correcto, sobre todo después del parón del invierno. Si tienes una piscina con skimmer, el agua debe estar por encima de las dos terceras partes de la altura de la boca para una correcta filtración.
Para verificar la salubridad del agua es imprescindible controlar el nivel de pH. Este varía en función del uso de la piscina, pero los niveles normales se sitúan entre 7,2 y 7,6. Esta comprobación es muy importante porque influye en la efectividad del tratamiento de desinfección y en la confortabilidad del agua.
También hay que vigilar el nivel de cloro y limpiar siempre la superficie de hojas, insectos y cualquier otra suciedad que pueda enturbiar el agua.